Cuando vamos a una tienda cualquiera y vemos un producto que nos llama la atención, ha sido en parte gracias a su envase, su color, su forma, su diseño y un largo etcétera.
El envase puede parecer una cosa sencilla pero detrás de él hay mucha historia.
1. Origen
El origen de los envases data de tiempos ancestrales, los fenicios usaban vidrio para transportar sus bebidas, luego los celtas mejoraron el transporte con el uso de barriles de madera, a medida que pasan los años se descubren materiales como el acero, el vidrio y el papel para envasar, también el descubrimiento de la imprenta fue importante para la personalización de los envases. Hacia el 1900 se inventaron los empaques de cartón para cereales, maquinas embaladoras y el plástico, entre otros.
2. Diferenciación
Lo que mucha gente no sabe es que según la función hay diferentes tipos de envases.
El envase primario es el recipiente que está en contacto directo con el producto, es decir en un refresco el envase es la botella o lata donde reside el producto.
El envase secundario o embalaje es la caja secundaria la que guarda y protege el envase, también sirve para organizarlo en caso de que se vendan en grupo.
Un ejemplo sería la pasta de dientes, el envase seria el tubo pero el empaque es la cajita que guarda el tubo.
El envase terciario o empaque es la agrupación de varios empaques o envases en un paquete se usa principalmente para el transporte y destaca por estar más protegido que los demás.
Por ejemplo para enviar muchas botellas de agua, cada una cuenta con su envase (botella), empaque (envoltorio de plástico que junta las botellas) y el conjunto de todas las botellas dentro de una caja o palé seria el embalaje.
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